jueves, 9 de febrero de 2012

Se suponía que nada era crucial

¿Qué es Nada es Crucial? Todavía no lo sé.





¿Es un cuento para niños? No, aunque mediante el estilo se hace creer que esté dirigido a ellos (y no es el caso).


¿Es una novela generacional? no, aunque todos los treintañeros podemos vernos reflejados en alguna medida.


¿Es un guión? no, aunque hay indicaciones para enfocar con una cámara.


¿Es una confesión? No, aunque el narrador se quite la máscara al final del relato.



¿Es una obra poética? No, aunque contiene imágenes de un lirismo sobrecogedor.


¿Es una obra de denuncia? No, aunque hay más de un colectivo que sale muy  mal parado.


¿Es una obra anticlerical? No, aunque los  kikos...


¿Es una obra sórdida? No, aunque trata temas que lo pueden ser pero los aborda con una delicadeza muy emotiva.


¿Es una fábula? Quizás, puede que sea eso, una fábula cuya moraleja sea que hay que respetar más la infancia.


Es crudo y tierno, es irónico y triste, es gracioso y crítico. Pero todavía no sé lo que es.

 Me ha recordado mucho a una película que vi hace años, Léolo, de Jean Claude Lauzon, que muestra un mundo horrible a través  de la imaginación de un niño.





Lo único que sé es que sigo pensando en Lecu y Magui desde que cerré el libro. Viven conmigo. ¿Qué será de ellos en Mundofeo?

Se suponía que nada era crucial.






2 comentarios:

  1. Buena reflexión sobre la novela. Yo creo que es todo eso y más. A mí también se me quedaron rondando en la cabeza esos personajes durante algún tiempo. Estupendo escritor, Pablo Gutiérrez.

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  2. ¡Hola! A mi me fue enganchando poco a poco... hasta que no podía dejar de saber sobre los dos chicos. Un libro que poco a poco va atrapándote... con un estilo falsamente simple...es un lujo. ¡¡Saludos!!

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